La Eurocámara ha aprobado por amplia mayoría reducir el plazo de pago de todas las transacciones comerciales (con contadas excepciones) a 30 días y sanciones por incumplimiento. El reglamento definitivo no se redactará y aprobará hasta la siguiente legislatura, pero dado el consenso que ha tenido esta ley no se esperan cambios sustanciales.
La aprobación en España de la ley que establecía el pago máximo del transporte a 60 días está demostrando su eficacia. En algo más de dos años -apoyadas por la labor inspectora y a la amenaza de sanciones de hasta 30.000 euros- se ha reducido el plazo medio de pago a 64 días. Pero esta evidente mejora aún nos convertirá en moroso a ojos de la Unión Europea hasta que se adapte la legislación española.
La reducción a 30 días mejorará mucho la exposición al riesgo y la necesidad de financiación de las empresas europeas. Sobre todo las PYMEs notarán los efectos positivos en la cuenta de resultados… y en la viabilidad de los miles de empleos que generan.
